La búsqueda de minerales de plomo y zinc en la zona la inició en 1884 la Sociedad Minera de Piedrafita, Larrea y Cía., en la mina Ricardo (nº 313), que en 1927 fue adquirida por una empresa inglesa para más tarde traspasarla a una sociedad francesa. Entre aquella fecha y 1930, otra empresa se haría con los derechos de la mina continuando su explotación.
Explotaciones Mineras del Cantábrico, junto a otro socio, Javier de la Peña, demarcó la zona de Santa Bárbara 1, que durante 1965 estuvo bajo opción de la Cía. Gallega de Minas (Mount Wright-McPhar), hasta que en 1967 los derechos mineros fueron arrendados por EXMINESA (Exploración Minera Internacional, S.A.) junto a un socio canadiense, Cominco Ltd. Se amplió entonces el número de concesiones y en 1978, tras casi diez años de investigaciones y sondeos, se iniciaron los trabajos de extracción, empleando para ello un pozo que llegaría a alcanzar los 600 m de profundidad sobre el que se instaló una moderna torre de extracción.
En 1988 se produciría el cese de la actividad, que en 1992 culminaría con el despido de sus 317 trabajadores y el total desmantelamiento de las instalaciones. La que en su tiempo fue considerada como la mina de zinc y plomo más moderna de Europa, es hoy un erial empleado como campo de tiro al plato.