Mina La Camocha: Pozo nº 1, Vega, Gijón, Asturias

sábado, 8 de febrero de 2025

La historia de esta mítica mina asturiana comienza en 1901, cuando los hermanos Felgueroso (Sociedad Regular Colectiva Felgueroso Hermanos) inician una serie de sondeos en busca de carbón, encontrándose con graves problemas a causa del agua. Tras cortar las capas de carbón, se perforaron nuevos pozos, abandonados todos por la misma causa. En 1915, un nuevo sondeo pincharía una gran bolsada de gas, bautizada como el Mechero de Caldones y que se mantuvo ardiendo durante cuatro días. El 11 de julio de1921, la sociedad se transformaría en la Sociedad Anónima Felgueroso, con sede social en Madrid.

Mina La Camocha

Visita al pozo (Arch. J.M. Sanchis)

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Tras siete sondeos y dos pozos fallidos, el 27 de junio de 1930 se comienza a profundizar el pozo nº 1, que a los 180 m cortó la primera capa de carbón. Sobre su caña se instaló un castillete metálico de 24 m de altura, que en diciembre de 1934 se prolongaría hasta los 30 m. Tras la profundización de un nuevo pozo, el nº 2 o pozo maestro, inaugurado en 1935, el nº 1 pasaría a emplearse como auxiliar. La máquina de extracción, eléctrica, de 117 HP, fue diseñada y construida por Duro-Felguera, entrando en servicio en agosto de 1935, y sustituyendo a la primitiva, que era de vapor. Esta última sería trasladada en 1934 al pozo nº 2. En 1935 se comunicaron los pozos 1 y 2 por la 1ª planta para obtener una correcta ventilación de las labores.

Mina La Camocha

El castillete, en Ariño, Teruel (Fot. J.M. Sanchis, 2019)

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Su castillete sería desmontado en 1953 para ser enviado a la mina Corral Negro (Ariño, Teruel), propiedad de SAMCA, donde estaría prestando servicio desde finales de 1955 hasta 1985, año en el que se cerraría el pozo. El castillete sería nuevamente trasladado, ahora a una plaza del casco urbano de Ariño, dónde quedaría emplazado como monumento.

En 1967, la S.A. Felgueroso se fusionó con la Sociedad Minero-Metalúrgica de Ponferrada (SMMP), pasando La Camocha a pertenecer a esta última, dando en quiebra poco después. En 1992 pasó a ser gestionada por el empresario García de Brugos, hasta su definitivo cierre, el 31 de diciembre de 2007. En 2017 fueron juzgados algunos directivos, siendo su presidente condenado a siete años y medio de cárcel.