
Publicamos un grupo de imágenes captadas recientemente en este conocido pozo minero lacianiego, en las que puede observarse el abandono al que se ve sometido, habiéndose convertido en un paraíso para los buscadores de chatarra, metales o cualquier otro material susceptible de ser reutilizado, vendido o, simplemente, destrozado sin más finalidad que no sea la del ejercicio del vandalismo en estado puro.

Se conserva, en un relativo buen estado, la máquina de extracción, aunque el pupitre de mandos ha sido desguazado por completo, y arrancadas algunas partes de dicha máquina. De los armarios eléctricos solo quedan sus puertas, y el resto de instalaciones, como el cuarto de aseo o la lampistería se encuentran en un altísimo nivel de destrucción.