Clausura del 50 aniversario del Grupo Mineralógico Catalán 1975-2025

sábado, 13 de diciembre de 2025

Habéis construido algo extraordinario. Nuestra admiración y respeto por ello, además de nuestro deseo de seguir disfrutando con vuestras permanentes y valiosas contribuciones a la mineralogía, tanto científica como amateur. Enhorabuena, ...y a por otros 50.

GMC

Clausura del 50 aniversario del Grupo Mineralógico Catalán 1975-2025

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Mina El Horco, Horco de Arriba, Plasenzuela, Cáceres

Los primeros trabajos en el campo filoniano de Plasenzuela se remontan a la Edad del Cobre, continuados por romanos y árabes sucesivamente. Los primeros trabajos modernos relativos a las minas y mineralizaciones de la zona se deben a C. Roswag en 1853, en sus apuntes relativos a las minas de Palacios y Golondrinas. En 1882 se funda la Compañía Portuguesa de las Minas de Plasenzuela, cuyos trabajos de extracción se desarrollaránn entre 1883 y 1888. Tan solo dos años más tarde se declararon nulos todos los expedientes de las minas de la compañía.

Mina El Horco

Cianita. 10 x 4.5 cm. Col. Museo de Ciencias Naturales de Álava MCNA 03574 (Fot. J.M. Sanchis)

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La actividad minera se desarrolló sobre las mineralizaciones polimetálicas de Ag-Pb-Zn asociadas a grupos de filones hidrotermales que rellenan fracturas tardías con direcciones principalmente N-S y E-W. La circulación de los fluidos hidrotermales por estas fracturas está relacionada con la intrusión del batolito granítico de Plasenzuela, encajado en las rocas del Complejo Esquisto Grauváquico (CEG). Las paragénesis son bastante complejas, con abundante esfalerita, galena, siderita y sulfoantimoniuros de Pb-Ag, y se caracterizan por su alto contenido en Ag. Los indicios más importantes corresponden a las minas Serafina, Casa Blanca, Horco de Arriba, Petra, La Arrebatada, La Liebre, La Sevillana, La Minilla, El Carmen y Las Golondrinas, entre otras muchas.

Respecto a las labores mineras existentes, es Domergue en su clásico de 1987 sobre las minas antiguas de la Península Ibérica quien nos señala para este campo filoniano la existencia de entre 2.500 y 3.000 socavones, zanjas, galerías y pozos que oscilan entre los 10 y 270 m de profundidad. Los más profundos, hoy inaccesibles, se encuentran en la mina Serafina, la más importante de todas ellas seguida de La Petra, La Liebre, La Arrebatada y La Sevillana. Em algunas de ellas quedan en pie chimeneas y restos de las instalaciones metalúrgicas

Las especies citadas son: argentita, arsenopirita, calcopirita, calcosina, covellina, cuarzo, discrasita, esfalerita, freibergita, freieslebenita, galena, limonita, marcasita, miargirita, pirargirita, pirita, pirrotina, plata nativa, polibasita, rutilo, siderita, tennantita y tetraedrita. Lamentablemente, en nuestro fondo fotográfico solo encontramos una diapositiva del ejemplar de cianita que hoy figuramos, procedente del complejo filoniano del W de Plasenzuela, concretamente de la mina El Horco. Se conserva en el Museo de Ciencias Naturales de Álava con id MCNA 03574.

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ARANZAZU, J. M. (1853). Informe del Sr. D. J. Manuel AranzazU Inspector de Minas del distrito de Madrid acerca de las minas de Plasenzuela. El Regenerador Extremeño, 23: Cáceres, 29 de marzo.

CASTRO, A. y FERNÁNDEZ, C. (1998). Granite intrusion by externally induced growth and deformation of the magma reservoir, the example of the Plasenzuela pluton, Spain. Journal of Structural Geology, 20(9-10): 1219-1228.

DOMERGUE, C. (1987). Catalogue des mines et fonderies antiques de la Peninsule Ibérique. Serie Arqueológica, VIII, Madrid, 585 pp.

GONZÁLEZ CORDERO, A. y HERAS MORA, F. (2009). El castro de Botija y sus minas. Una revisión historiográfica de la obra de Clemente Roswag. IV Encuentro de Arqueología del Suroeste Peninsular, Huelva, 881-912.

LAGO RODRIGUEZ, A.; CASTROVIEJO BOLlBAR, R. y NODAL RAMOS, T. (1989). Las mineralizaciones argentíferas de Plasenzuela, Cáceres, España. Boletin Geológico y Minero, 100-6: 1059-1074 pp.

SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, A. (2010). Estudio del patrimonio minero de Extremadura. Cuadernos del Museo Geominero, 12: 3-30.

Tabla Periódica de los Elementos y sus Iones para Ciencias de la Tierra

jueves, 11 de diciembre de 2025

La Tabla periódica de los elementos propuesta por Mendelejeff (1869) ha probado ser una herramienta de gran utilidad para predecir las propiedades químicas y físicas de los elementos. Pero desde un punto de vista geoquímico presenta algunas limitaciones derivadas de que describe las propiedades físicas y químicas de los elementos en su estado basal, es decir, con un estado de oxidación igual a cero. Sin embargo, la mayoría de los elementos en la naturaleza ocurren con un estado de oxidación diferente de cero. Como consecuencia de ello, L. Bruce Railsback propone en 2003 una Tabla de los Elementos y sus Iones, que nos permite entender su comportamiento y sus asociaciones geoquímicas, así como establecer las bases para la mineraligía sistemática.

Posteriormente, en 2008, Juan Pablo Bernal y el mismo L. Bruce Railsback publican la Introducción a la Tabla Periódica de los Elementos y sus Iones para Ciencias de la Tierra en español a fin de difundir entre la audiencia geológica de habla española las ventajas que ofrece esta clasificación para facilitar la comprensión de las propiedades geoquímicas de los elementos y sus iones. No se trata de una sustitución de la tabla periódica tradicional, ya que ambas son complementarias al presentar y evidenciar información que no está presente en la contraparte.

La generalización y sistematización de los procesos de diferenciación geoquímica presentados por Railsback (2003) hace de La Tabla Periódica de los Elementos y sus Iones para Ciencias de la Tierra una herramienta de vital importancia para los estudiosos de las Ciencias de la Tierra en general y de la Mineralogía Sistemática en particular.

Además de los enlaces a la nueva tabla y al artículo que nos introduce y ayuda en su comprensión y uso (ambos en español), anclamos esta excelente herramienta en nuestra barra lateral, justo debajo de la Tabla Periódica tradicional a la que sin duda complementa, no sin antes señalar que es de vital importancia conocer y entender la tabla periódica tradicional para poder valorar muchas de las ventajas que la clasificación de los elementos y sus iones propuesta por Railsback (2003) ofrece a los amantes de las Ciencias de la Tierra.


RAILSBACK, L.B. (2003). An Earth scientist’s periodic table of the elements and their ions. Geology, 31(9): 737-740.

RAILSBACK, L.B. (2005). A synthesis of systematic mineralogy. American Mineralogist, 90(7): 1033-1041.

BERNAL, J.P. y RAILSBACK, L.B. (2008). Introducción a la Tabla Periódica de los Elementos y sus Iones para Ciencias de la Tierra. Revista Mexicana de Ciencias Geológicas, 25(2): 236-246.