De 1845 datan los primeros registros de estas minas, que en sus comienzos fueron explotadas por la compañía Nuevo Potosí, quien también beneficiaba el cobre de la mina La Amorosa, muy próxima a la Cueva de la Guerra Antigua.
La mina está formada por una serie de galerías abiertas a ambos lados de la gran grieta por la que se llega a ellas, generalmente de poca longitud y accesibles en su totalidad y en dónde afloran pequeños filones con diversos minerales de cobre. La explotación aprovecho igualmente algunas cavidades de origen natural. Estas mineralizaciones filonianas de Cu se encuentran encajadas entre las calizas del Muschelkalk, muy fracturadas y presentando un importante fenómeno kárstico. No existen escombreras en su entorno.
El mineral explotado era la tennantita, a la que acompañaban otros minerales de cobre, principalmente azurita y malaquita. Junto a estos, aparece también crisocola, cobre nativo, calcosina, enargita, covellina, paratacamita, calcantita, conicalcocita, olivenita, dolomita y clinotirolita como alteración característica de la tennantita.
El acceso a la labores se efectúa por la carretera que asciende hasta Villahermosa, a unos pocos cientos de metros antes de llegar a la población, y nada mas rebasar la primera curva. Debido a su aspecto de grieta en la montaña, puede pasar fácilmente desapercibida, sobre todo cuando el sentido de la marcha es hacia el pueblo.
Hay que resaltar un aspecto negativo en esta interesante explotación: la acumulación de basuras tanto en el fondo de la grieta como en las galerías.
Datos históricos y geológicos extraídos del CD (inédito) Rutas Mineralógicas de la Comunidad Valenciana del que son autores M. Canseco, J.M. Casanova y J.M. Sanchis.
Para acceder, click en las fotos.
Mina San Rafael, Cueva de la Guerra Antigua. Villahermosa del Río, Castellón
miércoles, 26 de marzo de 2008
