Antracitas de Fabero fue una de las mayores empresas carboneras de esta cuenca. Fundada en 1920 por Diego Pérez, contó con diversos centros de explotación, como fueron los pozos Viejo y Julia y los grupos Valdeguiza, Valdesalguedo, Barreras o Jarrinas, entre otros.
El pozo Julia, profundizado a comienzos de los años 50, alcanzó una profundidad de 275 metros (300 hasta su caldera), con tres plantas, en los niveles 50, 100 y 270. En el año 1962 se introdujo en él, y por vez primera en España, un sistema de arranque mediante tajos largos en frente único, incorporándose además moderna maquinaría, como cepillos, rozadoras y pánceres, alcanzado una producción anual de 250.000 toneladas (400.000 en su época de mayor rendimiento). El pozo fue cerrado en 1991 al haberse agotado sus reservas.
Antracitas mantuvo la actividad minera hasta 1997, fecha en que la empresa pasó a ser propiedad de Victorino Alonso, quien la integró en UMINSA con la denominación de Sector Fabero. La extracción de carbón en la zona, principalmente a cielo abierto, finalizaría en el año 2002, cediéndose entonces las instalaciones del pozo Julia al Ayuntamiento de Fabero, con la intención de crearse en ellas un parque temático minero, para lo cual se le dotó con una subvención de 8 millones de Euros. El proyecto, adjudicado a SADIM, aún esta en fase de desarrollo.
Un grupo de mineros montó, mientras tanto, una pequeña mina simulada, acondicionando algunos de sus edificios, de modo provisional, para la atención de visitantes, llegándose a alcanzar en el pasado verano la cifra de más de mil visitas mensuales.
El reportaje fotográfico que se acompaña es obra de Carlos Antonio Campos, a quien MTI agradece su colaboración.
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