En la mañana del 24 de Agosto de 1858, la reina Isabel II, que había pernoctado en el palacio del Marqués de Ferrera, en Avilés, se embarcó, acompañada de un gran séquito, en una falúa que les llevó hasta el puerto de San Juan de Nieva, dónde fueron recibidos por los directivos de la Fábrica de Arnao, para trasladarse a continuación hasta el recinto fabril.
Tras recorrer las instalaciones, la reina y su esposo, Francisco de Asís de Borbón, manifestaron su deseo de visitar la mina. El general O´Donell estimó conveniente adelantarse con el Director de la explotación, el Sr. Hauzeur, para comprobar si existía algún peligro, pero los soberanos, sin aguardar la confirmación, montaron en una de las jaulas que les llevó hasta el interior. Al finalizar la visita, la Reina tomó una vela encendida y escribió sobre el carbón la inicial de su nombre y la de su esposo.
Para conmemorar el hecho, la compañía hizo grabar una placa de cinc con el siguiente texto, colocándola en la galería que los Reyes visitaron:
“En 24 de Agosto de 1858 llegaron con ánimo jovial y resuelto hasta este lugar profundo y sub-marino, no visitado antes por mujer alguna, la excelsa Reina de las Españas Doña Isabel II y el Rey D. Francisco de Asís, su augusto marido.
Honrada la Real Compañía Asturiana con tan inesperada como magnífica visita a esta mina de su propiedad, única tal vez de su clase en el mundo que alcanzase tal distinción, determinó trasmitir a la posteridad su memoria, grabándola en ésta lámina del metal a cuyo beneficio se aplica con afán, y colocándola en el mismo sitio en que tan altos y poderosos Señores trazaron cada uno la inicial de su regio y respectivo nombre”.
Traemos hasta MTI la reproducción fotográfica de aquella placa, de la que parece ser se obtuvo una copia para ser ofrecida a la Escuela de Minas.