Las primeras demarcaciones del gran coto minero Serón-Bacares fueron denunciadas en 1870, si bien el gran auge de aquellos criaderos comenzaría en los primeros años del siglo XX, con la llegada de empresas extranjeras.
The Bacares Iron Ore Ltd. sería quien comenzaría las labores en la zona del Cortijuelo, de Bacares, dónde se encuentra enclavada La Raja, siendo enviado el mineral mediante un cable aéreo de casi 14 kilómetros hasta la estación de Los Canos, en Serón. Las minas conocerían su mayor apogeo en torno a 1923, fecha en la que allí trabajaron cerca de 3000 mineros. La escasa rentabilidad de los yacimientos, unida a la ausencia de mecanización y el bajo precio del hierro terminarían por provocar el cierre de las minas en 1968.
En La Raja se explotó primeramente la zona de óxidos, mediante grandes cámaras y pilares, para pasar posteriormente a labores de interior mediante galerías para extraer los carbonatos, abriéndose más tarde otra mina de interior conocida como La Nueva.
A la primera pertenecen las imágenes que adjuntamos, en donde se aprecia claramente lo espectacular de dichas labores, únicas de estas características en tan conocido criadero.
Las labores se encuentran junto a la carretera de Las Menas-Bacares (AL-9017), poco antes de remontar el Collado del Ramal, en el paraje del Cortijuelo.
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