Se la conoce también con el nombre de Fábrica Nueva, y fue levantada a finales del siglo XIX para dar tratamiento a los minerales procedentes de Sierra Almagrera. Según A. Molina Sánchez, debe tratarse de la fundición Esperanza 2ª, pero ha perdurado la denominación que los pescadores de la zona le otorgaron.
Entre sus ruinas podemos observar una imponente batería de hornos de calcinación, escombreras y escoriales, una gran chimenea de ladrillo y otra, situada en el cerro, hasta donde llegan las galerías de humos.
Se accede a estas instalaciones por la carretera que desde Villaricos se dirige a Águilas, bordeando la costa.
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