Esta mina de mercurio fue explorada ya a comienzos del siglo XX, reconociéndose entonces un primer filón. El segundo sería beneficiado, por métodos de rapiña, a partir de 1942, obteniéndose 440 frascos en el periodo comprendido entre 1942 a 1949. La mina fue denunciada por J. Cuevas, vecino de Tíjola, el 20 de Junio de 1943.
Años más tarde, en 1953, sería nuevamente demarcada por el propietario anterior, ampliándose su perímetro hasta la vecina localidad de Tíjola, y en 1967 volvió a ser demarcada por el mismo Sr. Cuevas, manteniéndose activa hasta la primera década de los años 70.
Los dos filones, paralelos entre sí, forman dos columnas mineralizadas de 40 metros de anchura y entre 40 y 50 metros de potencia, estimándose su ley en un 2%. Los minerales predominantes son cinabrio, calcita y cuarzo.
La extracción se efectuaba a través un plano inclinado de unos 60 metros del que partían algunas galerías a distintos niveles, empleándose para ello un torno anclado en bases de hormigón y vagonetas tiradas por cable. Contó con dos hornos de beneficio situados frente a la bocamina, diversas trancadas y un depósito de minerales y destilación.
La mina está enclavada en las inmediaciones del pueblo, bajo el flanco SO del cementerio municipal y el nuevo acceso a la población desde la carretera de Tíjola, en el paraje conocido como Las Lomas y Pozo de los Moros.
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