La concesión La Esmeralda fue otorgada en 1857, pasando años más tarde a ser propiedad de la Cia. La Cruz formando parte del grupo Virgen de la Cabeza, hasta ser adquirida, sobre 1970, por la Empresa Nacional Adaro, integrándose finalmente en la mina San Juan.
A través de este pozo, comunicado con el San Juan, se explotó la prolongación del filón de su mismo nombre, llegándose a alcanzar en La Esmeralda la profundidad de 225 metros. De igual manera, los minerales procedentes del filón Siles eran extraídos por el pozo Esmeralda. Todos los trabajos cesaron en 1986.
Se conserva en relativo buen estado el esbelto castillete metálico, construido por ENSIDESA en 1984 para sustituir a otro también metálico pero más pequeño, siendo el último que se instaló en el distrito. A comienzos de 2009 estuvo a punto de ser desmantelado por unos desaprensivos chatarreros. Junto a él podemos observar una magnífica chimenea de ladrillo y los circuitos de descarga de vagonetas, con sus correspondientes vías. Las jaulas están trabadas en el brocal del pozo, y frente a él, la casa de máquinas que en su día albergó a una de doble tambor traída desde Burguillos del Cerro.
Datos históricos extraídos de Las minas de Linares. Apuntes históricos, de Fco. Gutiérrez Guzmán.
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