En los terrenos que ocupó la histórica fundición de La Tortilla, en Linares, se permitió la instalación de una planta de tratamiento de orujos grasos a la empresa FEROMA, SA, para lo que se construyeron tres balsas de almacenamiento y una de evaporación de efluentes líquidos.
Como era de esperar, se destruyeron elementos históricos y patrimoniales mineros, como es el caso, entre otros, del pozo Palmerston, del que podemos observar cómo emerge su chimenea en una de las balsas de alpechín. Además, las filtraciones están contaminando seriamente el acuífero de aquella zona, sin que al parecer nadie haga nada para evitarlo.
Una nueva barbaridad que añadir a la ya larga lista de errores cometidos en el territorio minero linarense. Lamentable.
Las fotografías que adjuntamos fueron tomadas desde ultraligero por Álvaro Gómez.