Arrayanes es, sin duda, una de las minas más antiguas y emblemáticas de todo el distrito minero de Linares. Aunque los primeros trabajos sobre ella son mucho más antiguos, su demarcación, tal y como la conocemos, está fechada en 1848.
Dispuso de diversos pozos: Acosta, Usera, Restauración, Dorda, San Martín, San Federico, San José, San Genaro, Fábregas, Zulueta, San Enrique y San Ignacio. Este último, situado en el Ladero de las Lagunas, comenzó a funcionar en 1889, cuando pertenecía a Ignacio Figueroa, Marqués de Villamejor, en cuyo honor fue bautizado el pozo, pasando más tarde a ser propiedad, como el resto, del Estado, hasta su cierre, en 1971.
Dispuso de un esbelto castillete metálico, del que solamente se conservan las bases de mampostería de sus cuatro apoyos y las tornapuntas. Estos, las ruinas de la casa de la máquina de extracción y el gran edificio de mampostería contiguo, donde estuvieron instaladas bombas y compresores, es lo único que hoy podemos contemplar de tan conocido pozo, que llegó a alcanzar una profundidad de 351 metros.
Para saber más recomendamos, como siempre, la lectura de la obra de Fco. Gutiérrez Guzmán: Las minas de Linares. Apuntes históricos.
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