Este pozo se encuentra situado en el paraje conocido como Mesa del Madroñal, y muy próximo al tristemente célebre pozo San Vicente. La mina, según nos narra Fco. Gutiérrez Guzmán, fue demarcada en 1844, permaneciendo en actividad hasta 1962. Perteneció a diversas compañías, como La Vigilancia, Socorro y Prueba, Peñarroya y, ya en su última etapa, a la Cía. Minera de Linares.
Mantiene aún en pie un pequeño castillete metálico, emplazado sobre la caña del pozo, cuya profundidad es de 560 metros, conservando sus poleas y habiendo desaparecido ya la máquina de extracción.
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