Enclavado dentro del perímetro de la fundición La Cruz, en el paraje conocido como Mesa de Valdelloso, trabajó el filón que daba nombre a la mina y fábrica sobre la concesión La Venganza, demarcada en 1847.
A partir de 1918 sería utilizado para la fabricación de munición (perdigones), y de ahí el nombre de pozo de la Munición, como también es conocido.
Ha sido recientemente restaurado y su original tipología puede contemplarse desde el exterior de la urbanización construida en los antiguos terrenos de la fundición La Cruz.
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