La mina María Josefa fue la primera mina de oro que, como tal, se registró en Rodalquilar. El 14 de Mayo de 1915, Juan López Soler la denunciaba, encontrado poco tiempo después un rico filón de oro y desencadenando con ello una auténtica “fiebre” en la región, ya que hasta entonces solo se habían explotado minas de plomo, plata, hierro y otros metales, siendo el oro un producto secundario.
En 1925, López Soler y sus socios de Minas Auríferas de Rodalquilar SA construyeron una planta de amalgamación a pie de mina, para tratar en ella hasta 20 toneladas diarias de mineral; un año más tarde se daba por fracasado tan novedoso intento. Actualmente pueden contemplarse los restos del horno de cuba y otros elementos de aquella fallida planta de tratamiento.
La ley de esta mina era de alrededor de 40-50 gramos por tonelada, aunque ocasionalmente llegó a alcanzar los 500 gramos/tonelada. La más notable peculiaridad de María Josefa fue que, además de encontrarse el oro diseminado en el cuarzo, también aparecía en estado libre.
La llegada, en 1929, de la empresa Minas de Rodalquilar SA, y la posterior incautación de las minas, en 1940, hasta que se hizo cargo de ellas en 1943 la Empresa Nacional Adaro, cambiarían el panorama minero de aquella zona. Las explotaciones se abandonarían en 1966, retomándose de nuevo los trabajos por la empresa St. Joe-Transacción en 1989 para terminar cerrándose definitivamente un año más tarde.
MTI presenta hoy un nuevo conjunto de imágenes de esta mina, obtenidas por Álvaro Gómez en diciembre de 2009, al tiempo que recomienda la lectura del monográfico sobre Rodalquilar que publicó Bocamina en su número 15, Abril de 2005.
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