Mina situada junto a la carretera de Guarromán, en el paraje conocido como Pendolares, sobre la concesión San Florencio, que había sido registrada en 1863 por Diego Ordóñez.
Fue explotada por la Sociedad La Florentina hasta 1911, pasando más tarde a ser propiedad de Sebastián Izquierdo, quien la arrendaría entre 1916 o 1917 al suizo Francisco W. Cannaday, creándose entonces el grupo minero conocido como San Tragantón.
El pozo Magdalena alcanzó una profundidad de 210 metros, y fue cerrado sobre 1932. Enclavado sobre una pequeña colina, conserva dos bellos edificios contiguos de mampostería típica linarense y una esbelta chimenea del mismo material.
La fotografía aérea fue tomada en 2009 por Álvaro Gómez, las terrestres por J.M. Sanchis en 2008 y los datos históricos han sido extractados del libro de Fco. Gutiérrez Guzmán “Las minas de Linares. Apuntes históricos”.
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