Cuesta creer, al amparo de la actual geografía (imagen superior), que la pequeña zona colindante con el puente que atraviesa la N-637 constituyera en su día uno de los afloramientos de pilowlavas más atractivo, mineralógicamente hablando, del País Vasco.
Aunque con una paragénesis nada compleja, a base de calcita, baritina, analcima, pirita y cuarzo fundamentalmente, este yacimiento ha aportado a la mineralogía vasca una de las 'especies' más queridas de todo mineralogista. Me refiero a la belleza, 'especie' obviamente no incluida en el elenco IMA.
Aunque recientemente hemos incorporado a MTI un post relativo a sus bellos cuarzos cetro, iniciamos hoy una serie que, tras varias entregas, tratará de transmitir los valores mineralógicos de este pequeño yacimiento, ya desaparecido bajo las infraestructuras del Gran Bilbao.
Las 20 fotografías que hoy presentamos han sido realizadas por J.M. Sanchis, sobre ejemplares de la colección sistemática del Museo de Ciencias Naturales de Álava.
Para acceder, click en las fotos.