Descubrimos una nueva utilidad para las minas. Hasta ahora eran simples vertederos, pero en las de Henarejos (Cuenca) han ido más allá, dándoles un uso no muy habitual: desguace de automóviles.
En las abandonadas instalaciones de Carbones del Pirineo podemos encontrar una maltrecha furgoneta, y a pocos metros de ésta, en las antiguas labores de la mina San Jaime, otro vehículo, posiblemente robado, muestra su esqueleto metálico sin pudor. Dispersas a su alrededor, restos del salpicadero, el motor de arranque y otras piezas completan el triste paisaje.
Volvemos, pues a repetir: ¿hasta cuándo?