Los orígenes de esta mina se remontan a 1844, cuando fue denunciada por Victoriano Bermúdez y Cía., aunque los primeros datos sobre ella fueron dados a conocer por D. Sergio Yegros en 1861.
Situada en el Cerro de los Trigos, sobre el filón de su mismo nombre, no cubrió las expectativas que en ella se depositaron, dada la escasa potencia del filón. Para su laboreo se levanto un imponente malacate de mampostería, cuyo estado actual de conservación es bastante aceptable, pese a haber desaparecido todo el maderamen de la instalación.
En 1861, según Yegros, se obtuvieron 246 quintales métricos con un contenido en plata de 8182 onzas, que fueron procesadas en la fábrica La Constante. En 1875, J.B. Muñoz indicaba en un informe que fueron más de 5 millones de reales de vellón los obtenidos de dicho filón, lamentando el relativo olvido que las empresas explotadoras mantenían sobre éste. La concesión había caducado en 1866.
En 1903, la Sociedad La Confianza investigaba en esta mina y otras colindantes, como La Fuerza, sin que llegaran a conocerse los resultados obtenidos. Tampoco los sondeos realizados por el IGME entre 1964 y 1972 fueron positivos.
MTI recomienda la lectura del libro de Abelardo Gismera “Hiendelaencina y sus Minas de Plata”, de dónde se han extraídos todos estos datos, y el artículo publicado sobre tan conocidas minas en la revista Bocamina, vol. 1, 1995.