Los orígenes de esta mina de fluorita se remontan a 1947, llevándose a cabo una explotación muy rudimentaria en la que el mineral era llevado hasta la fábrica de Trubia. Entre 1955 y 1961 perteneció a Duro Felguera hasta que en 1961 fue arrendada por Minersa, pasando sobre los años 70 a ser trabajada por Minas de Villabona, quien benefició escombreras hasta 1977.
Para su laboreo se abrió una corta de la que partían algunos transversales y dos galerías siguiendo el filón, por el método de cámaras y pilares. Para solucionar el gravísimo problema que representaba el transporte del mineral, se instaló un cable aéreo que lo bajaba hasta el valle. En la mina llegaron a trabajar hasta medio centenar de personas.
El paraje donde se ubica, entre la Collada de Aciera y Castildeacebos es conocido indistintamente con los nombres de Huerto de Quiscoval o Coscorval. Los minerales predominantes son fluorita, calcita y calcopirita.
Su acceso, difícil, se realiza mediante una senda de gran pendiente y de unos 5 kilómetros de recorrido que nace en la localidad de Villamejín, o bien por el camino que desde Tene parte en dirección norte, y que transcurridos 2 km se abandona para tomar la senda minera.
MTI quiere agradecer la colaboración de D. Álvaro Fernández Viejo, minero jubilado que trabajó en esta mina y que gentilmente sirvió de guía al autor del reportaje gráfico que acompañamos, Manuel Cañón.
Para saber más sobre esta explotación, recomendamos la lectura del libro “La fluorita. Un siglo de minería en Asturias”.
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