Que nuestro país esta sumido en una grave crisis es por todos conocido. Que dicha crisis atañe tanto a grandes ciudades como a pequeños ayuntamientos, también. Pero de ahí a utilizar una bolsa de plástico anudada a un pino del camino como elemento señalizador de la mina y fuente de Santa Filomena, en Garaballa (Cuenca), hay un trecho.
Esta singular iniciativa posiblemente se deba a un alma caritativa y no al municipio, cansada ya de buscar sin éxito la muy escondida mina-fuente, pero creemos que flaco favor le hizo a aquel bello entorno con su tan improvisada como improcedente señalización.
Que no cunda el ejemplo, por favor. Y si es posible, que alguien se ocupe de sustituir el “moderno” indicador por otro mucho más integrado y menos agresivo con el paisaje.
Es gracia que esperamos recibir del digno proceder de V.E., cuya vida guarde Dios muchos años.