El pozo Peragido, enclavado en las proximidades del arroyo que le da nombre fue, junto al pozo Calero, uno de los más antiguos pozos de Barruelo que se mantuvieron en funcionamiento hasta tiempos relativamente recientes. Los yacimientos de carbón de esta región habían sido descubiertos en 1838 por el párroco de Salcedillo, D. Ciriaco del Río, siendo la Sociedad Esperanza de Reinosa quien comenzaría las extracciones en 1843. Más tarde pasarían a pertenecer al II Marqués de Comillas (Carbonera Española), y finalmente a Minas de Barruelo, sociedad creada en 1922 como filial de la ferroviaria Compañía del Norte.
Minas de Barruelo SA comenzó su perforación en 1936, concluyéndose en 1947 con una profundidad ligeramente superior a los 400 metros, aunque debido al conflicto bélico mundial no pudo ser puesto en funcionamiento hasta 1949, dadas las dificultades para la instalación de la maquinaria de extracción. Se le dotó de un castillete metálico de celosía, de 14 metros de altura hasta eje de poleas, seis apoyos verticales y tres tornapuntas, que estuvo en uso hasta su cierre, en 1969.
En 1966 se hizo cargo de las minas la Sociedad Hullera Vasco-Leonesa, con un ambicioso plan de Acción Concertada. Levantó el nuevo lavadero, se construyeron nuevos almacenes y naves y se intento rentabilizar las minas, pero en 1967 se presento un expediente de crisis que desembocaría en el cierre paulatino de todos los pozos. Peragido sería el primero, en enero de 1969.Posteriormente se clausuraron también el pozo San Rafael y, ya en 1972, el tristemente famoso pozo Calero. Más tarde, este conjunto de minas serían vendidas a Altos Hornos de Vizcaya, que jamás las llegaría a explotar.
A partir de 1980, las minas pasan a ser propiedad de Hullas de Barruelo (HUBASA), quien decidió en 1983 reanudar la actividad, construyendo para ello un plano inclinado, situado en las proximidades del viejo pozo vertical, perforándose igualmente otro socavón auxiliar cercano al pozo y prescindiendo por completo de éste.
A un nivel superior existió el socavón Cocoto, y a uno inferior, otro llamado Luisa. Todas las labores fueron cerradas definitivamente en el mes de septiembre de 2005. La fecha de cierre puede leerse en el muro de cerramiento del plano inclinado: 19-9-2005.
El reportaje gráfico que acompañamos ha sido realizado por Carlos Campos, a quien MTI agradece su colaboración.
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