Hoy, día 23 de agosto de 2010, todos los chilenos son distintos a lo que fueran antes del día 5 de agosto, cuando un derrumbe sepultara a 33 hombres en la mina San José. Los 17 millones de chilenos nunca volverán a ser los mismos que fueron hace 17 días, porque todos ellos han sentido la mina como nunca lo hicieran por primera vez.