El método empleado por los mineros de Logrosán para el secado del concentrado de Sn y W era muy sencillo: una vez triturado y lavado el mineral, se extendía sobre unas planchas metálicas, bajo las cuales ardía una fogata de leña.
Concluida la operación de secado, el mineral era metido en sacos y pesado, empleándose para ello una romana o una balanza para cantidades más pequeñas. En las imágenes que hoy presentamos pueden contemplarse ambos procesos, que congregaban a un gran número de mineros. Cada cuadrilla controlaba el proceso muy de cerca, seguramente calculando las ganancias obtenidas por su grupo.
En una de las imágenes vemos incluso a algunas mujeres bateadoras presenciando el secado de su producción, lograda en los arroyos cercanos.
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