Los primeros datos que se poseen sobre esta mina, enclavada en el paraje de Cabeza de San Martín, son de 1861, cuando se comenzó su laboreo, abriéndose para ello un pozo de 360 metros e instalando un malacate movido por 11 caballerías. En 1868 se trabajaba junto a San Carlos por la sociedad La Regeneradora.
La pérdida del filón a causa de una gran falla acaecida sobre 1877 produjo un descenso en su producción muy notable, y en 1895 La Regeneradora seguía la búsqueda del mismo, creándose para ello una nueva sociedad llamada La Argentífera, que suspendió sus trabajos dos años después.
En 1900 pasó a ser propiedad de la Sociedad Española de Minas, manteniendo una pequeña actividad hasta 1910.
En la actualidad sobre se mantiene en pie su gran chimenea y frente a esta, las ruinas de la casa de la mina y el brocal del pozo, sin protección alguna y semi-oculto por la maleza.
Para acceder, click en las fotos.