La primera denuncia efectuada de esta mina, ubicada en el paraje de Herrerías, fue la registrada por Benito López, vecino de Caravaca, en 1875. Junto a La Necesaria y la mina Jota fue una de las que mayor actividad tuvo en la zona hasta su cierre, en 1968.
La galería de acarreo, que permitía la salida de los trenes de mineral procedentes de los socavones posteriores y que está colapsada a los pocos metros de la salida a causa de un hundimiento, presenta un impresionante entibado de madera, apoyado en muros de mampostería, y como peculiaridad, su nombre escrito sobre la entrada, que aunque han desaparecido los caracteres metálicos que lo formaban, sigue siendo perfectamente legible.
Frente a esta galería se distinguen diversos edificios en ruinas, una gran bóveda de hormigón excavada en la roca, cuyo uso desconocemos, y el trazado por el que discurría el ferrocarril que llevaba el mineral hasta el cargadero, incluidos los soportes del puente para cruzar el barranco.
Coordenadas: x 0543684 y 4125991
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