Mina de plomo-cinc explotada a comienzos del siglo XX por la empresa británica Río Negro Limited, aunque posiblemente ya fue trabajada en época romana la zona superior para el beneficio del cobre. A mayor profundidad, es la galena la que predomina, presentándose junto a ésta la esfalerita en las labores más profundas.
Contó con tres niveles, siendo actualmente accesibles los dos más elevados, aunque presentan un alto grado de riesgo (se trata de una auténtica “cinco estrellas” respecto a su peligrosidad) debido al pésimo estado en que se encuentran sus labores. El nivel inferior está totalmente hundido. La producción de los niveles superiores era llevada hasta el lavadero mediante un pequeño cable aéreo.
Dispuso de un complejo sistema de conducción de agua mediante canales, destinada a la producción de electricidad en un pequeño salto, empleándose también en el lavadero. A pesar de su rentabilidad, las labores fueron paulatinamente abandonadas por la empresa propietaria, hasta el punto de tener que recurrir los mineros, ya en su última etapa, a la venta del escaso mineral acopiado e incluso la chatarra para poder subsistir.
A mediados de los años 80, tanto la Junta de Castilla-León como la compañía Outukumpu realizaron sondeos e investigaciones en busca de oro, al parecer presente en la mineralización, si bien muy disperso y con muy baja ley.
Los minerales presentes son: galena, esfalerita, azurita, malaquita, tirolita y cobres grises.
El acceso a esta mina, situada a unos 1000 metros de la localidad en dirección sur, se efectúa mediante un sendero minero de difícil reconocimiento.
Datos e imágenes remitidas a MTI por Manuel Cañón.
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