Fue el último gran pozo vertical de la cuenca turolense, comenzado a perforar en 1970 por la empresa Minas y Ferrocarril de Utrillas. Entró en servicio en 1976, con una profundidad de 368 metros y dos plantas, a 180 y 300 metros, para la explotación de los carbones de las capas 4ª y 6ª, cuyo destino era la cercana central térmica de Escucha.
Su máquina de extracción, fabricada por la empresa GHH (Sterkrade, Alemania) en 1970, utiliza el sistema de polea Koepe (fricción, multicable): tambor de tracción de 4 metros de diámetro y cuatro poleas radiales directrices a nivel inferior, accionado todo este conjunto por un motorreductor de corriente continua de 1564 CV, para el movimiento de jaulas y dos skips con una capacidad de carga de 19 toneladas cada uno de ellos, moviéndose a la velocidad de 10 metros por segundo.
El pozo entró en su periodo de máxima actividad en 1979, aunque no respondió a las expectativas puestas en el, por lo que sería cerrado en 1991 habiéndose explotado únicamente una pequeña parte de su carbón.
En la actualidad, la torre de extracción se conserva en perfecto estado, habiéndosele incorporado un ascensor para el acceso de visitantes a su nivel superior, a modo de mirador-terraza, que posiblemente pueda ser utilizado en un futuro próximo, si los planes de ampliación del Museo Minero de Escucha siguen adelante.
El reportaje gráfico que ilustra este post ha sido realizado por Antonio Pizarro.
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