En el pozo San Antonio, de Moreda, allá por la década de los años cincuenta, tuvo lugar un terrible accidente en el que se encontraron involucrados doce mineros. Nueve de ellos fallecieron, y la voz de la calle siempre ha mantenido que se dejó a uno de los fallecidos en el interior del pozo.
El loco del socavón, de Tristán García Gutiérrez, parte de esta premisa argumental para iluminar un episodio poco conocido de la historia local de las cuencas mineras asturianas, y para trazar con una prosa realista de corte social los recuerdos de un minero jubilado acreedor de un secreto inquietante. Misterios, muertes, anécdotas de la vida cotidiana minera se dan cita en esta novela, en la que autor vuelca los conocimientos acerca de una realidad que conoce bien.
La obra ha sido recientemente publicada por la Editorial Universos, de Mieres.