Aunque los orígenes mineros de la Sierra de Orihuela son muy antiguos, será en la segunda mitad del siglo XIX cuando se produzca un importante auge de la minería en la zona, concediéndose los primeros permisos hacia 1855. En 1862, eran dos las minas de mercurio en explotación: Colón y Concepción, ésta última denunciada como de hierro.
La sociedad Amistad explotó, hacia 1863, la mina Virgen del Carmen, llegando a construir un horno para el beneficio del mercurio, pero fracasando al cabo de tres años, tras haber efectuado grandes inversiones. En 1880 la minería del mercurio está totalmente paralizada y no se reactivará hasta que, en 1886 se constituya en Alicante la sociedad Virgen del Carmen y se retomen las abandonadas labores mineras, levantado un nuevo horno de aludeles, bautizado como Santa Matilde, que fue inaugurado el 5 de marzo de 1888.
La mina cuenta con socavones a distintos niveles, estando situada la galería principal al mismo nivel del horno. Por encima de ella encontramos un pequeño socavón en cuyo interior se encuentra el brocal de un pozo vertical de unos 30 metros de profundidad, usado probablemente como chimenea de ventilación, y que conecta con la galería principal. Ya casi a nivel de la barriada de San Antón encontramos otras galerías, cuyos accesos se encuentran semi- colapsados.
En junio de 1889 se produjo un accidente, al derrumbarse un ribazo en el frente de la mina, que costó la vida a un obrero y heridas de diversa consideración a otros dos. Un año más tarde se descubriría, a 40 metros de profundidad, un rico filón de galena argentífera. La mina Virgen del Carmen cerraría en la última década del XIX, ya que en 1900 no aparecía ninguna mina de mercurio activa en Orihuela.
A las labores mineras y al horno de aludeles se accede mediante un sendero que nace desde el mirador del cerro del Oriolet, poco antes de atravesar el túnel de la N-340.
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