En la zona norte del Parque Natural Arribes del Duero, al W-NW del municipio de Pino del Oro, a lo largo del arroyo de Fuentelarraya, se encuentran numerosas estructuras de extracción y manipulación de mineral para la obtención de oro, realizadas por los romanos hacia los siglos I y II de nuestra Era. La actividad minera se desarrolló sobre los diversos filones de cuarzo que, con dirección NE-SW, encajan en los granitos de la denominada Unidad Plutónica de Ricobayo.
Las investigaciones de esta zona minera se desarrollaron en el marco de las convocatorias de subvenciones públicas para la mejora y recuperación del "Hábitat Minero" de la Junta de Castilla y León, a iniciativa del Ayuntamiento de Pino, mediante el oportuno convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, así como a través de un convenio particular sobre zonas mineras antiguas suscrito entre la Junta de Castilla y León y el CSIC. Las primeras labores de campo se realizaron en verano de 2006, localizándose en esta primera fase 52 yacimientos, de los cuales 44 eran inéditos. La segunda fase, cuyos trabajos de campo se desarrollaron en julio y septiembre de 2007, concretaron el proyecto "Investigación y Valoración como recurso de la Zona Minera de Pino del Oro", que aportó 21 nuevos yacimientos y la realización de un itinerario arqueológico dentro del Parque Natural Arribes del Duero.
Las técnicas mineras son semejantes a las que podemos observar en el resto de explotaciones romanas del NW peninsular pero, en esta zona, el tratamiento y lavado del mineral se realizó de una forma peculiar, tal como hemos querido poner de manifiesto en el presente reportaje gráfico, lo que singulariza a estos yacimientos auríferos.
Tras la trituración manual del mineral con grandes mazos se obtenía un primer concentrado que posteriormente se sometía a molienda y lavado. Tal como nos relata Plinio el Viejo, el concentrado de mineral "se molía hasta dejarlo como la harina". Esta operación se desarrollaba en las denominadas 'cazoletas', cuencos pseudo-rectangulares labrados directamente sobre el granito, con unas dimensiones de 20-30 x 40-60 cm. Estas cazoletas aparecen en conjuntos que pueden variar desde 3 ó 4 hasta grandes grupos de más de 50.
El itinerario arqueológico, excelentemente señalizado y balizado, parte de Pino por el camino del Ladrón, pasa por la Peña Latalaya, Los Monticos, Peña de los Caballos y La Sierpe, desde donde se dirige a la zona de la Ribera y finalmente llega a Carretas. Una bellísima aproximación a la minería aurífera romana del NW peninsular, que bien merece nuestro agradecimiento y felicitación a cuantas personas e instituciones la han hecho posible.
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