A fin de autoabastecerse de carbón, la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera comenzó la profundización del pozo Sotón en una fecha imprecisa, que diversos autores sitúan entre 1914 y 1917, concluyéndose en 1921. Su puesta en servicio supuso el cierre del grupo de montaña, cuyos primeros registros habían sido denunciados por Guillermo Partington en 1845.
Se perforaron dos pozos independientes, dotados ambos de sus correspondientes castilletes, llegándose a alcanzar en uno de sus pozos los 556 metros, y 466 en su gemelo. Ambos castilletes miden 38 metros de altura, y para su ubicación fue necesario desviar algunos metros el río Nalón. El grupo Sotón estuvo compuesto por los pozos Sotón y Venturo, y las minas de montaña Sotón, Sallosas, Etelvinas, Venturo y, más tarde, La Piquera.
El Sotón sería el tercer pozo vertical perforado en el Concejo, después de los de Sorriego y Entrego, y es el único ejemplo de castilletes dobles en la zona, tras la desaparición de uno de los dos del pozo Fondón. Junto a el se levantaron los edificios que albergan las máquinas de extracción, los cargaderos de carbón, aseos (1970) con capacidad para relevos de hasta 850 mineros, lampistería y otras edificaciones construidas sobre 1950, cuando se ampliaron sus instalaciones. En 1967 pasó a pertenecer a HUNOSA.
Los dos castilletes se encuentran rodeados por un cobertizo de clasificación de carbón hasta media altura, volcándose los vagones en su primera planta para, por gravedad, llegar el carbón hasta las tolvas de carga.
Sotón es todo un ejemplo de ordenación espacial, disponiendo incluso de amplias zonas ajardinadas y haciendo de su plaza un lugar casi diáfano, reduciéndose considerablemente el número de construcciones auxiliares.
En palabras del doctor Suárez Antuña, se trata de uno de los mejores ejemplos mineros de lo que se denomina “arquitectura máquina”.
Para acceder, click en las fotos.