Las primeras noticias sobre este poblado minero datan de 1803. No se trataba de un núcleo compacto, puesto que estuvo asentado en varias zonas: Peña del Rayo, Kábilas, Chozos de Musa, Cuarteles, etc. Estos últimos, alineados a lo largo de la carretera y formados por cuatro calles eran dónde se encontraban las oficinas de la SMMP y las viviendas de empleados y técnicos. En 1905 tuvo alcalde pedáneo por vez primera.
Minas de San Quintín: Poblado minero
Panorámica del poblado, en ruinas (Fot. J.L. Chamero, 2011)
AccederEn 1891 el número de habitantes alcanzó la cifra de 1406, que fue disminuyendo paulatinamente hasta que en el año del cierre eran solamente 148 los que aún permanecían en él. En la época de mayor actividad minera (primeros años del siglo XX) vivieron en el poblado hasta 8 ingenieros, siendo la población activa total de 120 personas. En 1920, serían 320 personas, de las que 163 eran mineros. San Quintín dispuso de médico, farmacéutico, maestro (la escuela perteneció a la compañía), guardia civil e incluso sacerdote. En 1925 se instalaría el alumbrado público.
Minas de San Quintín: Poblado minero
Edificio en ruina junto al camino (Fot. J.L. Chamero, 2011)
AccederLa población iría decayendo en número a medida que las minas iban languideciendo. Así, en 1930, ya no residía el ingeniero en el poblado y los jornaleros eran 292. Tras el cierre de las minas, acaecido en 1934, la población abandonaría el asentamiento. La instalación de un lavadero de flotación en 1973 hizo que algunas familias permanecieran en el lugar, pero tras su cierre, en 1988, los últimos habitantes abandonaron el pueblo.
San Quintín, que llegó a contar con 3000 habitantes, de los que más de 1000 fueron mineros, es hoy un poblado fantasma y en ruinas.