Minas de Santa Catalina
Zanjón, escombreras y socavón en pared derecha (Fot. J.L. Chamero, 2011)
AccederEscasa es la información que se posee de estas antiguas minas de cinc y plomo, enclavadas en el paraje de La Nava, puesto que no aparecen registradas en los catastros de 1891 y 1909, aunque parece ser que estaban en explotación ya a mediados del siglo XIX. A finales de este siglo, las minas contaban con 9 casas de mineros en las que habitaban 17 personas. La aldea de Guadalmez se segregó de Chillón en 1927, siendo desde entonces municipio independiente.
A comienzos del XX, estas minas, conocidas en la comarca como las minas de Romero, experimentaron un gran auge, surgiendo en su entorno otras, como Bombita (nº 6211), Rafaelita (nº 6235), El Bombero (nº 6212), Solana de los Rehundieros, etc., abandonándose los trabajos sobre los años 30.
La mina contó con un pozo principal de 125 metros y tres auxiliares, uno de ellos excavado junto a una pared rocosa, beneficiando un filón de 200 metros de desarrollo de galena y esfalerita, a las que acompañaban pirita, calcopirita, bournonita, malaquita, piromorfita, siderita, cuarzo y óxidos de Fe.
En 1951 se relavaron sus escombreras junto a las de otras minas de la zona de Mestanza (La Lealtad, Los Tres Amigos, El Burcio, Los Diegos, La Pizarra), aportando entre todas ellas 132 toneladas de galena con leyes muy variables. Las escombreras de Santa Catalina estaban evaluadas en 8.300 metros cúbicos.
En estos últimos años se ha hablado de rehabilitar el antiguo poblado minero, sin que el proyecto haya podido salir adelante hasta ahora.