Las minas de carbón de Olloniego comenzaron a explotarse a mediados del siglo XIX por empresas de capital extranjero, hasta que en 1917 fueron adquiridas por la Sociedad Hullera de Veguín. En mayo de 1918 se constituyó la Sociedad Hulleras de Veguín y Olloniego, quien modernizó las minas, construyó planos inclinados y edificó un moderno lavadero en La Servanda.
La sociedad adquirió, una vez finalizada la Guerra Civil, diversas explotaciones en las cuencas del Caudal y la zona de Aller, para acabar integrándose en HUNOSA en 1968.
En 1958 se inauguró el pozo vertical San José, en el grupo San Frechoso, que contó con 10 plantas y alcanzó una profundidad de 650 metros, concentrándose en él toda la extracción a partir de noviembre de 1968, tras el cierre de la mina Vicentina. Se mantendría en actividad hasta el 1 de agosto de 1972.
Tiempo atrás, la antigua propietaria de las minas había comenzado la profundización de un nuevo pozo, el nº 2, cuyas obras quedaron paralizadas con el cierre de la explotación, cuando ya se llevaban invertidos 140 millones de pesetas.
Desde su puesta en marcha hasta este primer cierre, la producción fue de 4 millones y medio de toneladas, beneficiándose el yacimiento en una corrida de 2500 metros, y siendo las capas explotadas las números 5, 6, 10, 17 y 18.
El pozo fue nuevamente reactivado en 1982 por la empresa estatal, hasta su cierre definitivo en 1993.