Las explotaciones del Grupo Santa Ana fueron adquiridas por la Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara en 1916 a la familia Gutiérrez. Por aquel entonces, la compañía ya contaba con otras minas en la zona alta del Valle de Aller, en El Escobio y Cabañaquinta.
En 1942 profundizó el pozo balanza San Fernando y abrió el socavón Santa Ana, para dar salida a los carbones extraídos en sus cuatro plantas. La galería tiene una longitud de 1850 metros, encontrándose en su interior el embarque del pozo, que alcanzó los 253 metros de profundidad.
En la plaza del socavón se construyeron los edificios destinados a oficinas, aseos, lampistería y botiquín, y en sus cercanías se encuentra un cargadero para ferrocarril que en un principio fue de mampostería, siendo más tarde ampliado con otro de hormigón.
En 1967 el Grupo Santa Ana pasaría a integrarse en HUNOSA, cerrando las instalaciones un año más tarde al considerarse agotado el carbón del yacimiento.