Las primeras noticias que se poseen sobre la explotación de estas minas para la obtención de hierro y manganeso se remontan a 1848, aunque los métodos empleados para ello fueron muy primitivos. En 1893 se constituyo la Asturiana Ltd., sociedad que comenzaría el laboreo de forma sistemática, alcanzando su máximo rendimiento en 1895, con 500 toneladas. En 1899 la sociedad se disolvió, y las minas fueron adquiridas por The Asturiana Mines Ltd.
Dentro de su etapa de modernización, Asturiana instaló una central eléctrica e inauguró, en 1906, el cable aéreo que conducía el mineral desde las minas a la Vega de Comeya y de allí, a Covadonga. La terminación del trazado del tranvía a vapor entre Arriondas y Covadonga se produjo en 1908, suponiendo un gran empuje para la mina de Buferrera, al poder transportar el mineral de forma rentable y económica hasta el puerto de Ribadesella.
La mina se cerró a causa de crisis de 1932, haciéndose cargo de la misma la Compañía de Minas de Covadonga (COMICOSA), que la trabajó hasta 1958. A partir de esa fecha se dedicaron a beneficiar el mercurio que contenían las escombreras, montándose incluso un lavadero, cediendo las instalaciones mineras a la Sociedad Minas de Buferrera S.A. (1959).
Mantuvo esta empresa diversos pleitos con los organismos forestales, quienes cerrarían la explotación en 1973 y 1975, reanudándose el laboreo en ese último año y cerrándose definitivamente en 1979.
De todas aquellas instalaciones únicamente se conservan una torreta del cable aéreo y algunos pilares de mampostería del desaparecido lavadero en la Vega de Comeya, además de algunas bocaminas y el túnel del Escaleru, todo ello convertido en área rehabilitada y visitable.