La mina Santa María beneficiaba un placer de estaño de poco más de 1 km2 y hasta 100 m de potencia, siendo la concentración de casiterita, suelta o vinculada al cuarzo, muy variable.
Aún son localizables en sus calicatas y zanjones bolos de cuarcita con pequeños filoncillos de cuarzo en los que aparecen las anatasas.
Actualmente se están realizando sondeos y calicatas en la antigua corta para cubicar ley y reservas en este yacimiento, pues no en vano constituye el depósito con mayor volumen de reservas conocido para España.
Las fotografías han sido realizadas por Carlos González Bargueño sobre ejemplares de su colección particular.