Fue portada de la revista Bocamina en 1996. Ahora solamente es un montón de maderas esparcidas por tierra, tras haber sido desguazado por unos salvajes. Eso es todo lo que queda del castillete de la mina San Simón, uno de los que mejor estado de conservación presentaba de toda la Sierra de Cartagena-La Unión. Uno de los más hermosos que aún permanecían en pie.
Todos los elementos metálicos han desaparecido: poleas, anclajes, ruedas de los zorrillos, …absolutamente todo; incluso se ha dañado seriamente tanto el brocal del pozo como el basamento en que el castillete se sustentaba. La madera, ¡ya que importa! , será pronto pasto de las llamas.
Un castillete más que ya es historia, desgraciadamente. Nos quedan sus fotos y nos queda su recuerdo, nublado en parte por el coraje, la rabia y el cabreo que nos causa ver cómo, día tras día, van cayendo los últimos gigantes de nuestra minería, sin que nadie mueva un dedo para evitarlo. Es el vandalismo que no cesa y que jamás podrá ampararse en crisis alguna. Es nuestro patrimonio el que se esfuma, emitiendo señales de humo y destrucción que ya nadie sabe leer. Que ya nadie quiere leer.
J.M. Sanchis