Las minas de La Riera fueron las primeras en explotarse en el concejo de Langreo, por el cura José Muñiz Riera. A partir de 1792 la mina pasó a ser propiedad de las Reales Minas de Langreo, parándolas en 1802.
La Sociedad de Minas de Carbón de Langreo y Siero se hizo cargo de las mismas en 1838, pasando más tarde a pertenecer al duque de Riansares, segundo esposo de la Reina María Cristina, quien las vendería a Numa Guilhou en 1861, cambiando nuevamente de propietario años más tarde, para finalizar en manos de la Sociedad Minas de Langreo y Siero en 1926, manteniéndose la actividad hasta comienzos de los años 60 del pasado siglo.
De la mina aún puede contemplarse algunos edificios (lampistería, cuadras, etc.) y una bocamina parcialmente cubierta y hundida, todo ello dentro de una propiedad privada.