Con el título La catástrofe de la mina Santa Isabel (Belmez, 1898), firmado por José Manuel Sanchis, completamos este Vol. 3 (2013) de nuestra publicación on line HASTIAL.
Hoy hemos terminado de maquetar el volumen completo en un solo PDF, que podéis visualizar y/o descargar desde la barra lateral de la página de HASTIAL. Hemos preparado el PDF con calidad impresión, para todos aquellos que deseéis incorporar el volumen físico a vuestra biblioteca.
Os dejamos a continuación el Sumario y la Editorial de este Vol. 3 (2013):
EDITORIAL
En los tiempos que corren y desprovistos de auxilios y asistencias es todo un honor continuar con devotos lectores y cooperantes, HASTIAL An Iberian Mining Heritage Journal sobrevive cumpliendo su tercer año consecutivo en el coso y, aunque más ligera de equipaje, con el ánimo y anhelo encumbrados.
Y es que son ya desde 2011, cerca de 1.000 páginas transcritas y descritas y veintiún artículos compuestos. Aventuras y desventuras que penetraron en lo más profundo de una mina; que pusieron ordenadamente en el mapa licencias y concesiones; que tornaron a los fatídicos pozos de Belmez donde la vida no tenía valor, o que se toparon con los oscuros barcas.
Nos detendremos por un instante en estos barcas y en Cala Cocón, en Punta Barriga, una de esas soberbias minas del levante peninsular que tan resueltamente ha explorado nuestro colega y compañero Jesús Bellón y que, suspendida sobre el mar, surge metálica y brillante.
Las labores de reconocimiento y rastreo han dado con antiquísimos materiales que podrían trasportarnos hasta los siglos IV y III a de C. y que en mí evocan los siempre valiosos textos de Diodoro Sículo quién escribió sobre las minas de Hispania, en concreto sobre las de plata de la también Cartagena, y quien habló de las relaciones aún más pasadas que mantuvieron peninsulares y fenicios.
El de Sicilia también nos describe los depósitos de oro y cobre, explicándonos que los temerarios barcas o cartagineses, además de a los iberos, igualmente emplearon como esclavos a los itálicos. Diodoro llegó a comparar nuestras minas con las de Ática, con los pozos de plata del Laurion, y nos recordó que fueron precisamente los barcas quienes iniciaron las explotaciones sistemáticas de los filones peninsulares y quienes pusieron su riqueza al servicio de la política: después, tocará a Roma...
Os recordamos que ya tenemos abierta la recepción de artículos para HASTIAL Vol. 4-2014. Aguardamos vuestras contribuciones y comentarios.
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