El auge de la minería del azabache en Asturias se remonta a mediados del siglo XIX, enviándose entonces cientos de toneladas a los más de 1500 artesanos ingleses de Whitby (Yorkshire). En el trienio 1871-1873 eran 8 las minas que lo beneficiaban en Asturias, siendo únicamente dos las que trabajaban en 1913. En 1925 quedaban registradas 5, todas ellas inactivas.
En Oles, impulsadas por el vicecónsul inglés Arthur Lovelace, fueron varias las que hubieron en aquella época: El Vallín, La Fontana, Los Cuetones, La Independencia, La Cimera, Réboli, Vizcaínos, El Gachu, Polo o Dos Amigos, entre otras. Fue esta última una de las pocas que se mantuvo en funcionamiento hasta 1924, fecha en la que se extinguió la minería artesanal del azabache por falta de demanda.
No obstante, la mina siguió siendo trabajada por el conocido minero Tomás Noval, y de ella extrajo el azabache que suministraba a los artesanos astures o gallegos hasta poco antes de fallecer en 2008, a los 87 años. Sus cenizas y las de uno de sus hijos reposan hoy junto a la bocamina.
Los recientes intentos (2007) por parte de la empresa Garaysam para retomar las extracciones de azabache en la zona (Concesión Quintes) no obtuvieron el resultado esperado.