A finales del siglo XIX, Hulleras de Turón, con participación del Estado y otras empresas mineras efectuó las obras de acondicionamiento del puerto de San Esteban para establecer en él un cargadero de carbón, cuyo destino final eran los Altos Hornos de Vizcaya, entrando en servicio en 1907.
Motor fundamental en el desarrollo del puerto fue el FFCC Vasco-Asturiano, cuyos ramales de Trubia y Trubia por Grado a San Esteban estuvieron dedicados a dar salida por mar a los minerales de los valles de Quirós y Teverga, de Mieres, a los carbones de las cuencas del Aller y del Caudal e incluso el manganeso de la Rivera del Soto.
En 1917, Altos Hornos adquirió acciones de Hulleras de Turón, convirtiéndose así ambas en socias del Ferrocarril Vasco-Asturiano y monopolizando el transporte en San Esteban. Se levantaron tres cargaderos (únicamente se ha conservado uno) y se adquirió una grúa de 45 Tm y dos remolcadores, además de una draga para dar mayor calado al puerto. Las tolvas de almacenamiento de carbones datan de 1930.
La crisis del carbón de 1964 provocó la decadencia del puerto y su paralización como punto de embarque de minerales, obligando a la compañía ferroviaria a abandonar la explotación de su línea, que pasó a pertenecer a FEVE en abril de 1972.