Dedicamos esta 4ª y penúltima entrega de la serie que hemos venido dedicando a esta conocida mina de oro asturiana, con imágenes de la planta de tratamiento de Kimbauri, ubicada en la misma explotación, dónde se obtienen los concentrados de Ag, Au y Cu y en la que trabajan unas 60 personas.
El mineral extraído es clasificado en acopios según su procedencia y leyes de oro y cobre, para de allí pasar a la planta de trituración primaria equipada con una machacadora de mandíbulas. Una vez reducido a tamaños apropiados es enviado a la instalación interior de molienda dónde es nuevamente tratado mediante molinos rotatorios con adición de agua (trómeles), pasando más tarde a los hidrociclones que separan los materiales de distinta densidad. En este punto, los productos obtenidos son desviados a dos líneas de procesado distintas: proceso CIL y proceso ILIX (lixiviación de alta ley).
Mina El Valle-Boinás
Observando el trabajo de una mesa de separación (Fot. J.M. Sanchis, 2013)
AccederEl proceso CIL separa el oro mediante lixiviación, utilizando el cianuro y el oxígeno, que una vez disuelto es absorbido sobre carbón activo, pasando posteriormente a la fase de electrólisis, obtención de lodos catódicos, secado y fundición final.
El proceso ILIX obtiene un concentrado de cobre con alta ley de oro, separando ambos mediante mesas Holman y espirales gravimétricas. El Cu es remitido desde allí directamente a las celdas de flotación de dónde saldrán los concentrados, mientras que el oro y la plata pasan directamente a la fase de electrólisis ya descrita para terminar en la fundición, donde se obtienen los lingotes de doré (con un contenido de Au que oscila entre el 50% al 80%), y que posteriormente deberán ser refinados en instalaciones especializadas.