La catástrofe de la mina Santa Isabel (Belmez, 1898)

viernes, 20 de diciembre de 2013

Con el título La catástrofe de la mina Santa Isabel (Belmez, 1898), firmado por José Manuel Sanchis, completamos este Vol. 3 (2013) de nuestra publicación on line HASTIAL.

Hoy hemos terminado de maquetar el volumen completo en un solo PDF, que podéis visualizar y/o descargar desde la barra lateral de la página de HASTIAL. Hemos preparado el PDF con calidad impresión, para todos aquellos que deseéis incorporar el volumen físico a vuestra biblioteca.

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Os dejamos a continuación el Sumario y la Editorial de este Vol. 3 (2013):

EDITORIAL

En los tiempos que corren y desprovistos de auxilios y asistencias es todo un honor continuar con devotos lectores y cooperantes, HASTIAL An Iberian Mining Heritage Journal sobrevive cumpliendo su tercer año consecutivo en el coso y, aunque más ligera de equipaje, con el ánimo y anhelo encumbrados.

Y es que son ya desde 2011, cerca de 1.000 páginas transcritas y descritas y veintiún artículos compuestos. Aventuras y desventuras que penetraron en lo más profundo de una mina; que pusieron ordenadamente en el mapa licencias y concesiones; que tornaron a los fatídicos pozos de Belmez donde la vida no tenía valor, o que se toparon con los oscuros barcas.

Nos detendremos por un instante en estos barcas y en Cala Cocón, en Punta Barriga, una de esas soberbias minas del levante peninsular que tan resueltamente ha explorado nuestro colega y compañero Jesús Bellón y que, suspendida sobre el mar, surge metálica y brillante.

Las labores de reconocimiento y rastreo han dado con antiquísimos materiales que podrían trasportarnos hasta los siglos IV y III a de C. y que en mí evocan los siempre valiosos textos de Diodoro Sículo quién escribió sobre las minas de Hispania, en concreto sobre las de plata de la también Cartagena, y quien habló de las relaciones aún más pasadas que mantuvieron peninsulares y fenicios.

El de Sicilia también nos describe los depósitos de oro y cobre, explicándonos que los temerarios barcas o cartagineses, además de a los iberos, igualmente emplearon como esclavos a los itálicos. Diodoro llegó a comparar nuestras minas con las de Ática, con los pozos de plata del Laurion, y nos recordó que fueron precisamente los barcas quienes iniciaron las explotaciones sistemáticas de los filones peninsulares y quienes pusieron su riqueza al servicio de la política: después, tocará a Roma...

Os recordamos que ya tenemos abierta la recepción de artículos para HASTIAL Vol. 4-2014. Aguardamos vuestras contribuciones y comentarios.