En 1941, el empresario leonés Domingo López Alonso, ex picador en las minas de Fabero, tendero de un ultramarinos “de todo a 2 pesetas”, tratante de maderas y patatas, ganadero y más tarde empresario minero, naviero y banquero, inició la explotación de la mina Eglantine (nº 7789), concesión que había sido solicitada en 1920. En 1948 sería registrada la mina Mariate 1ª (nº 11252), un piso por debajo de la anterior, creándose así un grupo al que más tarde se uniría la mina Mariate 2ª (nº 11557) y sus correspondientes demasías. Todas las concesiones caducaron en el año 1999.
Fueron explotaciones excavadas en roca viva, de apertura excesivamente costosa tanto en términos económicos como humanos, puesto que fueron varios los picadores que sucumbieron a causa de la silicosis. Trabajaron en estas minas, propiedad de la sociedad Hullera Oeste de Sabero, empresa bajo el control de Domingo López, más de un centenar de obreros.
Se levantó, entre Alejico y Verdiago, un lavadero de carbones en la margen izquierda del río Esla, dónde era tratada la hulla que hasta allí llegaba desde las minas a través de un cable aéreo de casi 500 metros de trazado, que partía de una gran tolva existente junto a las bocaminas.
Minas Mariate 1ª y Eglantine
Tolva vista desde la zona de descarga de vagonetas (Fot. A.M.Fernández, 2013)
AccederMinas y lavadero serían clausuradas en 1965, aunque en los años 80 se intentó una explotación a cielo abierto en los niveles superiores de estas minas por parte de la empresa Explotaciones Mineras y Voladuras, S.A., que no obtuvo el éxito esperado.
Las bocaminas están hundidas y cubiertas, conservándose únicamente la tolva en la que cargaba el cable.