
Antigua mina de plomo-cinc explotada ya en época romana mediante un pozo conocido como San Pedro y pequeñas cortas. En 1890 fue denunciada por Alberto Wilkens, propietario de otras minas en aquella zona, tales como La Alemana, Ricardo o Sierra de los Santos. Se le otorgó el número 2004.

En 1891 se perforó el pozo maestro, llamado Pozo San Pablo, de 3,75 m de diámetro, hasta alcanzar una profundidad de 145 metros, abriéndose entonces dos transversales de 70 metros. En 1894 la mina contaba con galerías abiertas en los niveles 80, 100, 120 y 140, en las que trabajaban un centenar de obreros. La producción, cercana a los 2000 Qm, era enviada a Peñarroya. Los trabajos se detuvieron en 1894.

En 1920 se reanudaron las labores bajo la dirección de Guillermo Bohl, empleando a 70 obreros y 4 máquinas de vapor, abriéndose entonces varios realces en los niveles 75, 100 y 120, e instalándose un pequeño lavadero dotado de molino, machacadora, tres grupos de mesas mecánicas y dos mesas Wilfley, dedicándose principalmente al lavado de los antiguos terreros hasta su nuevo y definitivo cierre, en 1926.

Hacia 1970, el IGME realizó un estudio de viabilidad de la explotación, sin ningún resultado positivo. En sus escombreras pueden encontrarse aún ejemplares de galena, calcopirita, esfalerita, pirita y fluorita en tonos verdes y rosados.