El 19 de marzo de 1941 se inauguraba este pozo, el primero vertical que se profundizaba en el valle mierense de Ablaña, recibiendo entonces el nombre de pozo San José. La empresa propietaria, Mina Llamas, fue adquirida en 1943 por la compañía cántabra Nueva Montaña Quijano, S.A.
La nueva propietaria comenzó entonces la re-profundización del pozo, al tiempo que sustituía, en 1954, el primitivo castillete por otro, de 26 metros de altura, de acero roblonado, en cuya construcción se emplearon 10200 remaches, y añadía dos nuevas plantas a las tres ya existentes. Más tarde se añadiría otra, la sexta, alcanzando una profundidad total de 270 metros. El pozo de ventilación data de 1959.
En 1967, fecha en la que se integró en HUNOSA, contaba con 850 obreros. El pozo se cerró en 1977. Su castillete de celosía, incluido en febrero de 2013 en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, es un caso singular en la minería asturiana, ya que sus cables circulan por delante de la estructura, y no por el centro de sus apoyos, que se encuentran en el mismo rasante que la caña.