Al hacerse cargo el grupo financiero Sota y Aznar de las minas de hierro de Lucainena de las Torres, se abordó la construcción de un cargadero en la costa para dar salida al mineral extraído en sus explotaciones. Este cargadero, ubicado en Agua Amarga, comenzó a construirse en 1894 entrando en servicio dos años más tarde.
Cargadero de la Cia. Minera de Sierra Alhamilla
Tolvas, horno y pilona del cantiléver (Fot. J.M. Sanchis, 2013)
AccederPara ello, aprovechando un profundo barranco que desembocaba en el mar, se levantaron un conjunto de grandes tolvas cónicas de mampostería con capacidad de hasta 50000 toneladas. El mineral llegaba hasta ellas mediante un plano inclinado automotor de 231 metros por el que descendían los vagones; allí quedaría almacenado hasta el momento de su carga en vagonetas que lo transportarían hasta el pescante, del tipo cantiléver invertido, a 14 metros de altura sobre el nivel del mar y 70 de longitud, junto al que atracaban los buques.
Cargadero de la Cia. Minera de Sierra Alhamilla
Apoyo del cantiléver (Fot. J.M. Sanchis, 2013)
AccederEl cargadero dispuso, además, de dependencias auxiliares, tales como la vivienda del amarrador, las dependencias del teléfono, oficinas, almacenes auxiliares, aljibes, etc. Mediante un pequeño plano inclinado se accedía a la playa de Agua Amarga, donde estaban los almacenes de combustible, víveres, leña o carbón.
Cargadero de la Cia. Minera de Sierra Alhamilla
Horno árabe y dependencias del cargadero (Fot. J.M. Sanchis, 2013)
AccederLas instalaciones se mantendría en uso hasta 1942, fecha en la que se desmanteló tanto el cargadero como la línea férrea.
Cargadero de la Cia. Minera de Sierra Alhamilla
Depósitos de la playa (Fot. J.M. Sanchis, 2013)
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